Conservas de Cerdo

CONSERVAS DE CERDO

Desde siempre, en invierno, la matanza del cerdo suponía una ayuda importante para la economía doméstica, al menos, en la mayoría de casas de mi pueblo, la economía  domestica estaba basada en la autosuficiencia. El corral era un punto clave de abastecimiento,  conejos, pollos, huevos de las gallinas, patos, pavos, cerdos….estos durante todo el año, pero el recurso principal era la matanza del cerdo, suponía  y supone mucho trabajo pero te llena la despensa:  morcilla, embutidos: chorizo, salchichón, longaniza, sobrasada, lomo embuchado, los perniles (el jamón del cerdo), y como no,  la conserva.

La conserva se hace con las costillas, el lomo y las longanizas que hemos hecho con la carne del cerdo, después de estar en salmuera y oreada unos días,  se corta y se fríe. Se puede añadir igualmente al aceite unas hojas de laurel y una cabeza de ajos si es del gusto el toque que dá.

Una vez frita se deja enfriar en un cestillo y cuando esta fría,  al día siguiente se pone en una tinaja con aceite y así se conserva todo el año. Antiguamente,  la familia que no tenía posibilidad de conseguir el aceite, derritiá las mantecas del cerdo con las que que freían los trozos de conserva. Le daban  a la manteca el uso del aceite.

Tradicionalmente la conserva se empezaba a comer en la  época de la siega. Cuando se trillaba con el trillo que era una labor realmente dura. Los hombres estaban en la era todo el dia. Cuando era la hora del almuerzo, comida y merienda, las mujeres ataviadas con sombrero de ala grande acudían a la era con la cesta de mimbre y manteles  donde se disponía la conserva, tortilla de patata, pimientos fritos y tajada blanca que salia de los blancos del cerdo; una comida exquisita y para los hombres que trabajaban duro en la era trillando, amontonando la parva y mas tarde ablentando y replegando el grano y la paja,  era la comida perfecta. 

 

Hoy en día es un lujo de plato, por su calidad y sabor encaja para cualquier momento en el que uno se quiera dar un gustazo.