Pensaréis que hacer unas galletas de mantequilla no es para tanto, que se trata simplemente de mezclar harina, azúcar y mantequilla, pero según mi experiencia las proporciones lo son todo y el trato también.
Varía considerablemente el resultado según utilicemos una cantidad u otra de mantequilla respecto de la harina y hay que tener en cuenta varios “trucos”.
El resultado final es una galleta crujiente, quebradiza y muy sabrosa.
Sólo puedo deciros que la receta es facilísima y que no puede haber excusa para no prepararlas. Así podréis disfrutar en casa de unas galletas caseras de categoría.
Deliciosas y muy fáciles de hacer, son ideales para merendar, acompañar un café o un té… o para tomar en cualquier momento.
Os dejo cómo hacer galletas de mantequilla similares a las pastas danesas. Estoy seguro de que si os animáis a prepararlas el resultado os sorprenderá.